El día del parto es un momento muy importante en el que deberías estar acompañada y que querrás compartir con alguien cercano. A continuación te contamos algunos aspectos que debes tener en cuenta.
Normalmente los hospitales imponen unas normas para el acompañamiento en el paritorio. Debes saber que lo normal es que tengas un solo acompañante y que debe ser el mismo todo el tiempo. ¿Por qué?
• El personal trata de mantener tu intimidad. Ten en cuenta que en muchas ocasiones te realizarán técnicas en las que puedes estar desnuda y expuesta y es posible que no tengas confianza con todas las personas que están en la sala de espera.
• Si ocurre una urgencia o el parto resulta en una cesárea el médico sólo informará a la persona que te esté acompañando por lo que debe ser alguien de tu total confianza.
La mayoría de las mujeres optan por estar acompañadas por el padre del bebé o pareja sentimental. Debe ser alguien que te trasmita tranquilidad.
Es importante que el acompañante acuda contigo a las clases de educación maternal para que conozca las técnicas de relajación y respiraciones.
Durante el parto puede ayudarte con los pujos, indicarte cuando debes empujar, darte ánimos…
La labor del acompañante es muy importante. La dilatación puede durar muchas horas y las parturientas agradecen el tener a alguien al lado que les dé ánimos.
Muchos acompañantes tienen miedo de que llegado el momento de la salida del bebé se mareen por la sangre. Deben estar tranquilos porque si ellos no quieren pueden situarse a la cabecera de la cama junto a la madre y sólo verán como ponen al bebé encima de la madre.
El parto es un gran momento que debes compartir con alguien muy especial para ti.
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