Este es el título de un estudio realizado por la Universidad de Valencia y el Hospital Universitario Dr. Preset de Valencia.
Se realizó cogiendo 80 mujeres lactantes, de las que la mitad seguían una dieta habitual, mientras que a la otra mitad se le suplementó con dos cervezas sin alcohol al día durante un mes.
La primera conclusión que sacan es que la cerveza sin alcohol puede mejorar la capacidad antioxidante de la leche materna.
Observaron que las madres que tomaron cerveza tuvieron un descenso menor y más lento de la actividad antioxidante; es más, han comprobado que, enriquecer la dieta de las madres lactantes con cerveza sin alcohol aumenta hasta un 30% la capacidad antioxidante de la leche materna.
Las madres que habían seguido la dieta suplementada con «cerveza sin» presentaban un menor daño en la oxidación celular, así como un aumento antioxidante, tanto en sangre como en orina. También vieron que los niveles de oxidación celular en la orina de los niños era menor en las madres que siguieron la dieta suplementada con cerveza.
Muchas sustancias, sobre todo, las que derivan de los nutrientes, presentan un efecto antioxidante, su transferencia a través de la leche materna es clave para mejorar las defensas del bebé. Los antioxidantes naturales están presentes en la fruta y la verdura, pero también en la cerveza.
Como conclusión podemos decir que el aporte de cerveza sin alcohol cumple los requisitos de ser un producto natural, que incrementa el poder antioxidante de la leche humana y que disminuye el estrés oxidativo en el niño lactante.
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