Aunque son conceptos similares y mucha gente los usa como sinónimos existen ciertos matices que los hacen diferentes.
La infertilidad es la incapacidad o dificultad para tener hijos vivos, es decir, es posible el embarazo pero no que éste llegue a su fin. Por ejemplo, en el caso de una mujer que sufre abortos de repetición estamos ante un problema de infertilidad, pero no de esterilidad.
La esterilidad, sin embargo, la definimos como la incapacidad o dificultad para conseguir un embarazo teniendo relaciones sexuales de una forma regular.
Dentro del concepto de esterilidad, éste lo podemos dividir en esterilidad primaria, cuando no es posible conseguir un primer embarazo, o esterilidad secundaria, cuando teniendo uno o más hijos no se consigue otro embarazo.
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