El parto normalmente se inicia entre la semana 37 y la semana 41 desde la fecha de la última regla. Por lo tanto un parto prematuro es el que se produce antes de la semana 37.
Un parto prematuro ocurre cuando comienzas a sentir contracciones regulares que hacen que tu cuello uterino se empiece a abrir antes de la semana 37 de embarazo.
Síntomas de parto prematuro
- Aumento de contracciones: contracciones con una frecuencia de 5-10 minutos o menos.
- Presión intensa sobre la pelvis: en el pubis, caderas y muslos, como si la cabeza del bebé estuviera empujando hacia abajo.
- Dolor continuo en la zona lumbar, es como muchas mujeres refieren el dolor de las contracciones
- Calambres o cólicos abdominales: como si fuera dolor de regla.
- Aumento y cambio de flujo vaginal: que puede variar en color y consistencia, pudiendo ser transparente y mucoso, o volverse rosado o amarronado.
- Sangrado vaginal
- Rotura de la bolsa amniótica: en ocasiones se rompe la bolsa y no hay contracciones
- Expulsión del tapón mucoso antes de la semana 37: síntoma de dilatación del cuello uterino.
En caso de cualquiera de estos síntomas se debe acudir a urgencias.
Causas del parto prematuro
- Cuando ya has tenido un parto prematuro existe más riesgo de volver a tener un bebé prematuro.
- Una infección: Algunas infecciones pueden estar relacionadas con mayor riesgo de parto prematuro. Las bacterias pueden causar una infección e inflamación en el útero, lo que podría provocar contracciones. Una simple infección de orina puede irritar el útero y provocar contracciones al igual que otras infecciones vaginales. Por esto es importante consultar con tu ginecólogo ante un cambio de flujo o molestias genito-urinarias.
- Placenta previa: Cuando existe placenta previa, hay mayor riesgo de sangrado que supone un riesgo para la madre y el bebé. Por eso en estos casos se decide finalizar el embarazo antes para evitar el sangrado que iría a más según avanzan las semanas de gestación.
- Embarazo gemelar: Cuando el útero está sometido a tanta distensión muscular, éste reacciona ante los estímulos y aparecen las contracciones antes de tiempo.
- El embarazo prematuro, es decir el embarazo adolescente o en mujeres menores de 17 años.
- Fumar, consumir alcohol o drogas durante el embarazo
- Has necesitado tratamientos de fertilidad
- Un alto nivel de estrés puede provocar contracciones
Aun así, muchas embarazadas experimentan señales de parto prematuro en el algún momento del embarazo sin presentar ningún factor de riesgo. Por eso es importante saber identificarlas a tiempo para intentar prevenir un parto prematuro.
Amenaza de parto prematuro
Si tu parto empieza prematuramente no quiere decir que darás a luz a un bebé prematuro. En muchos casos es posible detener los síntomas de parto y finalmente el nacimiento se produce a las 37 semanas o más tarde.
Reconocer las señales de parto prematuro es muy importante para su detección precoz y para poder actuar tiempo y que el bebé se siga desarrollando en el vientre materno hasta que esté preparado para nacer.
Actualmente ante una amenaza de parto prematuro se pueden realizar varios tratamientos. El objetivo será retrasar el parto lo máximo posible. Tu ginecólogo será el encargado de valorar cuál de ellos es el más adecuado en tu caso. A continuación te contamos varios:
- En primer lugar identificar la posible causa del parto prematuro y tratarla. Por ejemplo si se debe a una infección, se administrarán antibióticos para remediar esa infección.
- Reposo
- Cerclaje: consiste en una pequeña intervención quirúrgica en la que se cierra el cuello uterino con una sutura.
- Pesario. Es un dispositivo que se coloca al fondo de la vagina para evitar que la cabeza del bebé haga excesiva presión sobre el cuello uterino y éste se abra.
- Medicación. En función de tu situación, se administrarán diferentes medicamentos dirigidos a paralizar las contracciones. También en estos casos se administran corticoides para acelerar el desarrollo de los pulmones del bebé.
¿Qué ocurre con los bebés prematuros?
Nacer antes de tiempo puede tener consecuencias para el bebé dependiendo del grado de prematuridad.
En general, cuanto más maduro es el bebé en el momento del nacimiento (más semanas de gestación), más probabilidades hay de que sobreviva y que tenga menos problemas de salud.
Algunos bebés prematuros tienen problemas respiratorios, del sistema nervioso, del tracto intestinal y padecen más infecciones. A largo plazo pueden tener enfermedades pulmonares crónicas, problemas de visión y audición, parálisis cerebral y problemas de desarrollo.
Hoy en día existen muchos avances tecnológicos para tratar a los bebés prematuros.
¿Cómo son las contracciones por parto prematuro?
Las contracciones pueden identificarse como en las del parto a término, es decir como endurecimiento de la tripa y dolor en zona lumbar, que se producen cada 5 minutos o menos y tienen una duración de 20-30 segundos.
Pero en otras ocasiones las contracciones pueden pasar desapercibidas, y a pesar de tenerlas, no percibirlas como dolorosas. Por todo esto debemos estar atentos ante síntomas como los que hemos contado al inicio.
Ante la duda siempre debemos acudir al hospital donde se puede descartar o confirmar el parto prematuro a través de dos pruebas fundamentalmente:
- Medición de la longitud del cuello uterino mediante una ecografía
- Prueba de detección de fibronectina fetal: La fibronectina fetal es una proteína producida por las membranas fetales.
- Si en una muestra de tu flujo vaginal aparece esta sustancia en una cantidad mayor de lo que debería, corres más riesgo de tener un parto prematuro.
- Si el resultado da negativo, es muy poco probable que tengas un parto prematuro durante las próximas dos semanas.
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